Los equipos de dietas y enfermería de la sede de Madrid organizaron un taller de alimentación saludable dirigido a los niños de Oncología. La sesión abarcó un doble objetivo: el primero y principal, enseñar a las familias cómo cocinar alimentos de forma eficiente para mantener un estilo de vida saludable.

“Llevamos tiempo investigando la relación entre gastronomía y nutrición y comprobando con los pacientes que realmente tiene efectos sobre su tratamiento. Nos cuentan cómo tienen más energía y vitalidad gracias a batidos a base de moringa, frutos rojos, verduras de hoja… Creemos que la dieta y la nutrición es parte fundamental en el tratamiento y, sobre todo, en dietas oncológicas, donde los síntomas y déficits se agravan: falta de apetito, náuseas, pérdida de sabor real, etc.”, indica Xandra Luque, chef de la Clínica Universidad de Navarra. “De ahí surge la idea de crear talleres de cocina para ellos, para hacerles disfrutar y para darles a conocer nuevos ingredientes, cómo combinarlos y utilizarlos y descubrir nuevos sabores”.

Para la chef, la gastronomía y la cocina son un modo de transmitir sensaciones, de crear ilusión y de compartir momentos. “Fue un día muy especial, en el que ellos nos enseñaron muchísimo. La valentía en sus miradas, la madurez y la energía que transmiten es impresionante. Nos empujó a todas a seguir haciendo de nuestra pasión nuestra profesión. Todo cobra sentido cuando te miran y te sonríen detrás de cada bandeja. Estamos muy felices”.

“Todos los profesionales que trabajamos con niños oncológicos intentamos que, dentro de su situación, encuentren en la Clínica un lugar en el que estén seguros. Para ello, involucramos a los padres en todo momento, jugamos con ellos, les ponemos sus dibujos animados favoritos… Este taller, además de ser didáctico a nivel de nutrición, les ayuda a superar el miedo a los hospitales”, indica el Dr. Javier Aristu, oncólogo radioterápico y director clínico de la Unidad de Protonterapia.

Sin embargo, existe un segundo propósito que motiva a los profesionales del centro a la organización de este tipo de talleres, y tiene que ver con el apoyo emocional indispensable a las familias que pasan por este proceso. “El objetivo último es que los niños entiendan que se puede comer rico y al mismo tiempo sano. Además, estas actividades mejoran las relaciones entre padres e hijos, padres con padres y niños con otros niños”, asegura Marta Díaz, enfermera de Oncología Pediátrica de la Clínica. “Queremos acercar a los padres que se encuentran en esta situación y que puedan compartir emociones y sentimientos, al igual que los niños, ya que ven que no son los únicos y se presten apoyo”.

Para el equipo médico, la alimentación y los hábitos durante el tratamiento son parte indispensable del día a día para mantener la vitalidad en estos niños, dados los síntomas que generan la enfermedad o la medicación. “A lo largo del tratamiento oncológico, los padres de niños con cáncer se enfrentan a muchos retos y la alimentación de sus hijos es uno de ellos. Como padres, sienten la responsabilidad de velar por su alimentación, tratando además de que sea saludable. Esto puede ser complicado por las peculiaridades de cada niño, pero también por las diversas toxicidades que pueden experimentar como anorexia, náuseas o vómitos, entre otros”, refiere la Dra. Panizo, onco-hematóloga pediátrica de la Clínica Universidad de Navarra. 

“Para los padres, saber qué debe comer su hijo es una fuente constante de preocupación. En las consultas les intentamos orientar, pero es un campo tan amplio que lo ideal es que la información sea proporcionada por personal especializado que además de formarles pueda darles consejos útiles”, concluye.

Texto:
Ana Agüí

Este artículo ha sido publicado por la Clínica Universidad de Navarra en la revista Noticias.cun.