La Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra, ubicada en su sede de Madrid, consolida su recorrido tras dos años ofreciendo el tratamiento de radioterapia externa más avanzada que existe, con tecnología pionera en Europa. En plena pandemia, abrió sus puertas respaldada por un equipo de profesionales formados en hospitales punteros a nivel internacional en este tipo de terapia. A día de hoy, la labor directa de 50 especialistas de diferentes ámbitos ha hecho posible que más de 350 pacientes hayan recibido tratamiento con protones o estén en proceso. 

LA PROTONTERAPIA DESDE DENTRO
FASES DE UN TRATAMIENTO

Estos son los pasos desde que a un paciente se le diagnostica un tumor hasta que se inicia el  tratamiento con protonterapia. En este proceso intervienen más de 50 profesionales de diferentes ámbitos. 

1. Registro y recopilación de toda la información clínica de los futuros pacientes, así como gestión de las citas.

2. Sesión de evaluación de un equipo multidisciplinar del Cancer Center Universidad de Navarra para estudiar el caso. Se realiza un diagnóstico y un tratamiento personalizado.

3. Consulta en Oncología Radioterápica Primera toma de contacto con el paciente.

4. El paciente acude a Radiología y a Medicina Nuclear donde se hará una mejor definición anatómica del tumor. Se realiza el TAC de simulación en la posición en la que recibirá el tratamiento.

5. Contorneo 1 Los técnicos definen los órganos a riesgo, fusionan imágenes disponibles, importan planes anteriores…

6. En la fase de contorneo 2 los médicos definen los tumores.

7. Prescripción médica. El médico define la dosis que debe administrarse.

8. Los radiofísicos realizan la dosimetría en el planificador con imagen CT.

9. Valoración y aprobación del plan de tratamiento en sesión multidisciplinar (médicos y físicos).

10. Radiofísicos y técnicos especialistas en radioterapia comprueban y verifican, de forma previa al tratamiento del paciente, el plan establecido con un fantoma en la sala de tratamiento.

11. Puesta del paciente Donde médico, radiofísico y técnico verifican el correcto posicionamiento antes de iniciar el proceso del tratamiento. En el caso de los niños, participa el equipo de anestesia para la sedación.

12. Se inicia el tratamiento en la sala.

13. Al terminar el tratamiento, en la consulta de alta, se valoran aspectos como la tolerancia, se definen los cuidados para las primeras semanas, se entrega un informe final y se propone un plan de seguimiento.

14. Una vez finalizado con éxito el tratamiento, el paciente toca la Campana de los Valientes en señal de ‘misión cumplida’.   

La Unidad de Protonterapia se encuentra integrada dentro de un Centro de Cáncer y un hospital con dos sedes, lo que pone a los 3.000 profesionales de la Clínica al servicio de las necesidades particulares de cada paciente y de sus familias. El trabajo multidisciplinar que caracteriza a la Clínica favorece una atención personalizada, capaz de adaptarse a cada caso concreto, así como el tratamiento de 24 tipos de tumores con protonterapia. 

“Esto se refleja en la labor transversal que se lleva a cabo a la hora de atender a los pacientes y que, en muchos casos, es invisible. Me refiero al trabajo conjunto de oncólogos médicos y radioterápicos, oncólogos pediátricos, enfermería, técnicos, radiofísicos, anestesistas, dosimetristas, especialistas en Medicina Nuclear, radiodiagnóstico, gestión asistencial e ingenieros”, indica el Dr. Felipe Calvo, director científico de la Unidad de Protonterapia de la Clínica. Desde que el enfermo recibe el diagnóstico —gracias al trabajo de Oncología, tanto Médica como Radioterápica, como de los departamentos de Radiología y Medicina Nuclear— hasta que comienza su tratamiento con protones, se lleva a cabo un proceso de planificación y verificación para asegurar su efectividad y seguridad. En este recorrido, además de los equipos médico y de enfermería, se pone en valor el trabajo de técnicos y radiofísicos, que realizan el TAC de planificación, la dosimetría y las verificaciones de viabilidad del plan de tratamiento en la máquina. Todo ello, seguido de cerca por los médicos, que evalúan el plan y se encargan de hacer la prescripción de la dosis y definir y delimitar tanto la zona tumoral (contorneos) como los órganos cercanos. 

La Unidad de Protonterapia de la Clínica consolida su trayectoria

“Además de los 50 profesionales de la Unidad implicados de manera directa en el tratamiento para los pacientes, otros especialistas colaboran diariamente, como es el caso de anestesistas, Medicina Nuclear, Radiología… Así como la labor de coordinación del personal de gestión, muchas veces la primera cara visible para las familias y los enfermos, e igualmente relevante para conseguir darles la mejor atención”, añade el Dr. Calvo. 

 “El hecho de ofrecer protonterapia intrahospitalaria pone a disposición del paciente toda la maquinaria humana y tecnológica de la Clínica, volcada en la atención de las necesidades del paciente y su familia, que siempre tiene en cuenta las particularidades de cada caso. Gracias a ello, dos años después de sus inicios, podemos hablar de una Unidad afianzada en el tratamiento del cáncer”, concluye el Dr. Felipe Calvo. 

lupa

Máscaras adaptadas. El juego de la protonterapia

Sara Martín, técnico de TAC, con una de las máscaras.

Gracias al esfuerzo de todos los profesionales implicados, para los niños la terapia con protones se ha convertido en un juego. Aunque los primeros días acuden con ciertas reticencias, las caras de auxiliares, enfermeras, técnicos, médicos y anestesistas pronto se convierten en rostros familiares. Ellos conocen sus gustos y, por ese motivo, les ponen sus dibujos favoritos, les distraen jugando con muñecos o buscan, en general, la manera de hacerles más llevadero el tratamiento a estos pequeños pacientes.

Una de las iniciativas que se llevan a cabo es la de pintar las máscaras de inmovilización que se usan durante el procedimiento con el haz de protones. Los niños escogen a sus personajes preferidos y se las personalizan para que este elemento, cuya utilización es necesaria, resulte más amigable. De esta labor se encarga el equipo de técnicos que, además, está especializado en la realización del TAC de simulación que se les hace a los pacientes para planificar el tratamiento.

Texto:
María Marcos Graziati
Fotografía:
José Juan Rico y Pilar Martín
Infografía:
Errea

Este artículo ha sido publicado por la Clínica Universidad de Navarra en la revista Noticias.cun.