Durante los meses de octubre y noviembre, la Clínica Universidad de Navarra organizó en su sede de Madrid dos jornadas científicas dirigidas a profesionales médicos para dar a conocer el uso de PARP, una nueva técnica para tratar el cáncer de ovario.
Cada evento tuvo lugar durante dos días y contó con la presencia y participación del director del Cancer Center Universidad de Navarra y codirector del Departamento de Oncología Médica, el Dr. Antonio González; el director del Departamento de Ginecología y Obstetricia, el Dr. Luis Chiva; las doctoras Luisa Sánchez y Julia Villamayor, especialistas en Oncología Médica; y la Dra. Teresa Iscar, especialista en Anatomía Patológica.
El objetivo principal del evento fue, según el Dr. González, director del curso, “profundizar en el conocimiento de los estudios, el manejo de los fármacos y las alternativas y, sobre todo, trabajar con los asistentes cuál puede ser el esquema más adecuado en función de las características de las pacientes”. Las sesiones se desarrollaron a través de lecciones magistrales, casos clínicos e interacción entre los participantes y el equipo docente. Entre los temas a tratar destacaron el tratamiento quirúrgico del cáncer de ovario avanzado, la patología y el diagnóstico molecular, la inmunoterapia y el uso de PARP, entre otros. Este último ha supuesto una revolución para esta patología en los últimos años, por lo que sus avances lo convirtieron en uno de los asuntos centrales de la jornada.
Teniendo en cuenta sus beneficios, la investigación y divulgación en este campo resulta imprescindible para disminuir la elevada mortalidad de este tipo de tumor, que se encuentra entre los cinco tipos de cáncer con mayor tasa de mortalidad en mujeres en España, según la Sociedad Española de Oncología Médica. Además, sigue siendo la primera causa de muerte en cáncer ginecológico debido a que habitualmente se diagnostica en estadios avanzados.
Inhibidores PARP

Los inhibidores PARP son unos fármacos utilizados principalmente para el tratamiento de mantenimiento de mujeres con una reaparición de cáncer de ovario avanzado que, tras un primer tratamiento, vuelven a responder a platino (un tipo de medicamento de quimioterapia). Además, los últimos estudios muestran eficacia en casos recién diagnosticados. “A raíz de los estudios que se publicaron en el año 2019, los inhibidores de PARP han pasado a formar parte del tratamiento estándar de la primera línea. En concreto, hay tres estudios que han revolucionado el tratamiento: el estudio SOLO-1, el estudio PAOLA-1 y el estudio PRIMA, abriendo además nuevas cuestiones sobre cómo seleccionar las pacientes para el tratamiento o cuál es el mejor esquema para según qué perfil”, indica el Dr. González. El especialista asegura que “a día de hoy, recomendamos que se haga un test en todas las pacientes con cáncer de ovario para conocer el estado de mutación de BRCA, por sus implicaciones en el asesoramiento de cáncer hereditario y en el tratamiento de las pacientes”.
Uno de los factores de riesgo es, tal y como explica anteriormente el Dr. González, la herencia de genes mutados como el BRCA1 y 2 y la historia familiar. Algunas veces, el cáncer de ovario puede aparecer en más de un miembro de la familia, sin que esto tenga que ver con factores hereditarios conocidos.
Aunque no existe una sintomatología específica para reconocer esta patología, algunos de los síntomas más frecuentes pueden ser: dolor o molestias abdominales, sensación de plenitud, distensión abdominal y alteración del tránsito gastrointestinal. También puede darse una pérdida de apetito o de peso sin causa aparente.
Para diagnosticar el cáncer de ovario, en la Clínica Universidad de Navarra se utilizan herramientas como la exploración clínica, la ecografía transvaginal o transrectal, marcadores tumorales en sangre, ecografía abdominal, PET-TAC o exploración quirúrgica, entre otros.
- Texto:
- Ana Agüí
- Fotografía:
- José Juan Rico
Este artículo ha sido publicado por la Clínica Universidad de Navarra en la revista Noticias.cun.