La Dra. Alejandra Tomás, especialista del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra, recibió el segundo accésit del Premio Sanitas MIR 2021 como reconocimiento a “la formación y el talento de los jóvenes médicos que se han formado en el sistema MIR”.

La profesional se graduó en el año 2016 en la Universidad de Navarra y finalizó su especialidad en la Clínica el pasado 2021. La vigésimo quinta edición de este premio se celebró, tanto en formato presencial como en streaming, en el Espacio Fundación Sanitas en Madrid. En su discurso de agradecimiento, la doctora, que continúa trabajando en la Clínica Universidad de Navarra, explicó: “Quería aprovechar para agradecer a mi familia, amigos y a todas las personas que me han apoyado y ayudado durante esta etapa de la residencia, que ha sido maravillosa. También, por supuesto, a todos mis compañeros del Departamento de la Clínica Universidad de Navarra. Con ellos he compartido muy buenos momentos y me han enseñado muchísimo. Por último, agradezco a los pacientes, por confiarnos lo más valioso que tienen. Ellos merecen todo nuestro esfuerzo, tanto en el día a día en la consulta, como en mejorar lo que podemos ofrecerles con la investigación”. 

Sin embargo, este no es el primer reconocimiento que recibe. La especialista ya había sido galardonada en otras ocasiones, siendo una de las publicaciones finalistas de los premios RCUN de investigación de la Clínica Universidad de Navarra en el año 2019 o el Premio Bisturí de Platino a la mejor comunicación en cirugía en GEDOC 2018. Además, ha recibido varias becas y ayudas para la financiación de su tesis doctoral del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma, la Fundación Ramón Areces y el Instituto de Salud Carlos III.

La Dra. Tomás en Mount Washington con vistas de la ciudad de Pittsburgh durante su rotación.

La Dra. Tomás ha realizado distintas estancias internacionales en el UCSF Medical Center (University of California, San Francisco) y en el UPMC Children’s Hospital of Pittsburgh (Pensilvania), con el que continúa colaborando en algunos aspectos de su tesis doctoral: ‘Marcadores séricos en niños con nevus melanocíticos congénitos: correlación clínico-patológica y posible modulación farmacológica’.

Desde la visión de propia experiencia, la Dra. Alejandra Tomás recomienda a los residentes realizar este tipo de rotaciones en el extranjero: “Aprendes cosas nuevas, interactúas con otros profesionales, ves otras formas de trabajar, pensar, haces amigos y compañeros de trabajo con los que colaborar y de los que aprender… Si pienso en mis rotaciones externas, todas me han aportado cosas valiosas. Me parece fundamental conocer otros hospitales y formas de trabajar”, asegura.

La especialista agradece, a día de hoy, haber elegido la Clínica Universidad de Navarra para realizar su periodo de residencia: “Tenía claro que quería hacer Dermatología y, tras darle muchas vueltas y valorar muchos aspectos, me pareció la mejor opción. En mi departamento hay muy buen ambiente y considero que te formas muy bien; creo que tratan de ayudarte y potenciarte”, indica.

Estancias solidarias

Más allá de todos estos logros académicos, la Dra. Tomás colabora, además, en un proyecto dermatológico en Malawi (DerMalawi) al que ha acudido en tres ocasiones en estos últimos años para contribuir al tratamiento de la sarna y otras enfermedades frecuentes en ese medio, así como en la prevención y el tratamiento del cáncer cutáneo en la población albina. 

“Participar en el proyecto de salud dermatológica en Malawi es muy gratificante, pues a cada persona a la que ayudas tratándole su enfermedad, le cambias la vida de forma radical. Si el proyecto no tuviera lugar, muchos de esos pacientes seguirían con sarna o algunos albinos fallecerían por cáncer de piel. Tu pequeña aportación puede significar todo en la vida de un malauí”, asegura la especialista.

Por otro lado, recalca que fue una experiencia que le marcó para siempre. “Eres más consciente del mundo en el que vives, que incluye países como Malawi y muchos otros en que la mayoría de la población vive en condiciones indignas, sin la educación ni la sanidad presentes, y en muchas ocasiones sin casa ni comida. También tienes más presente a personas que, por lotería natural, han nacido en un país con menos riqueza y oportunidades”. Además, esta estancia también le aportó grandes beneficios en su formación académica: “Los objetivos principales eran aprender dermatología infecciosa y tropical, habituarme a la exploración cutánea en piel oscura y saber desenvolverme en un ambiente con menos recursos. En general, fue una rotación muy completa de la que aún sigo aprendiendo mucho”, insiste.

Voluntariado en Malawi
Proyecto de mejora de la salud dermatológica en Benga

Este proyecto de salud dermatológica ha crecido de forma exponencial y ya son muchos los especialistas que forman parte de él. Durante su estancia, se comenzó a construir una pequeña consulta con quirófano en el terreno y se planteó la realización de viajes dermatológicos cada tres meses. 

“Toda la población y, especialmente, los albinos que tienen una importante susceptibilidad al cáncer cutáneo y, además, están tremendamente estigmatizados en el país, van a verse muy beneficiados. Son gente muy agradecida. Ayudarles en su salud dermatológica y formar allí a otros profesionales en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de la piel, aporta un granito de arena más para que los malauís de Benga puedan vivir como debería hacerlo cualquier otra persona”, concluye.

Texto:
Ana Agüí
Fotografía:
José Juan Rico / Cedidas

Este artículo ha sido publicado por la Clínica Universidad de Navarra en la revista Noticias.cun.