“A pesar de los enormes avances alcanzados, una importante proporción de enfermos con cáncer no se beneficia de las estrategias terapéuticas actualmente disponibles, al mismo tiempo que existe un conjunto de tumores para los que los tratamientos actuales no son eficaces”, explica el Dr. Ignacio Gil Bazo, codirector del Departamento de Oncología de la Clínica.
Al igual que ocurre en Oncología, sucede también en patologías de otras áreas, como en las enfermedades raras. En esta línea, la investigación e innovación son fundamentales para dar soluciones a las enfermedades de nuestro tiempo y, la Clínica, alineada con la Estrategia 2025 de la Universidad de Navarra, apuesta por hacerlo mediante una medicina personalizada y sostenible. Una investigación de impacto y con el foco puesto en el cuidado de las personas y del entorno.
El dato
Proyectos de investigación y más de 190 ensayos clínicos.
En los últimos años, la investigación ha avanzado implementando nuevas opciones terapéuticas como la inmunoterapia, que ha cambiado el modo de tratar el cáncer. Sin embargo, el desarrollo de nuevas herramientas terapéuticas requiere también la adaptación e innovación en los procesos de evaluación de la eficacia de esos nuevos tratamientos. “Igual que no nos sirven los tratamientos antiguos, necesitamos herramientas nuevas, como las de evaluación de la respuesta al tratamiento, que permitan comprobar la eficacia de los tratamientos nuevos. Es necesario que la disponibilidad de nuevos tratamientos vaya acorde a la capacidad de disponer igualmente de técnicas diagnósticas nuevas que evalúen la eficacia de los mismo, ya que, de lo contrario, podemos tomar decisiones inadecuadas para el paciente”, apunta el Dr. Gil Bazo.
Inmunoterapia y diagnóstico genómico
Asimismo, los avances están planteando nuevos retos. Por ejemplo, se calcula que hasta el 85% de los pacientes tratados con inmunoterapia mediante anticuerpos monoclonales presenta algún tipo de efecto adverso. “Aunque la inmunoterapia pueda causar el mismo efecto adverso que la quimioterapia o las terapias dirigidas, como el mecanismo mediante el que ocurre la toxicidad es muy distinto, también debe diferir su tratamiento”.
Mejorar su eficacia también es otro de los objetivos a corto plazo, ya que de momento no todos los pacientes ni tipos de tumores son susceptibles de ser tratados con inmunoterapia. Se estima que en torno a un 30-50% de los pacientes con cáncer son tratados con ella en algún momento del curso de la enfermedad, pero las previsiones se disparan para los próximos años.
“Por eso, la explotación del sistema inmune como herramienta terapéutica antitumoral y la implementación del diagnóstico genómico y molecular de los tumores son igualmente algunas de las líneas principales de la investigación de impacto y con foco que pretendemos llevar a cabo, durante los próximos cinco años, dentro de la línea estratégica en Oncología de la iniciativa Horizonte 2025 de la Universidad de Navarra”, detalla el Dr. Gil-Bazo, director de la línea estratégica de Oncología de la Estrategia 2025. Cada vez más, la investigación va dirigida a determinar cuál es el mejor tratamiento para un paciente en concreto y “si esa terapia realmente le está funcionando o no a esa persona. No se trata de ofrecer lo mismo para todos, sino de que se establezca la mejor terapia dependiendo de las herramientas de evaluación y de la capacidad de respuesta esperada para cada paciente”.
Líneas de investigación
Para conseguir esa medicina personalizada es fundamental el trabajo multidisciplinar y traslacional entre la Clínica, el Cima y las Facultades Biomédicas de la Universidad de Navarra, que, los problemas clínicos no resueltos que surgen en la práctica clínica diaria se puedan trasladar al laboratorio para estudiar tanto la causa como la solución, de forma que se pueda retornar a la práctica clínica con una posible solución al problema para el paciente.
En el último año, la Clínica y el Cima han contado con más de 280 proyectos de investigación y más de 190 ensayos clínicos. Una investigación con la mira puesta en liderar los avances en genómica, descubrir nuevas dianas terapéuticas y tratamientos mediante la secuenciación masiva, la biopsia líquida o el estudio de células CAR-T.
Sostenibilidad, cuidado del entorno
El cuidado del paciente no es el único reto al que se enfrenta la asistencia sanitaria, sino que también es cada vez más importante el cómo conseguirlo. Y, para ello, la estrategia 2025 apuesta por la sostenibilidad en tres dimensiones: ambiental, social y económica.
• Biodiversidad: uso eficiente y racional de los recursos naturales para que sea posible mejorar el bienestar de la sociedad actual sin comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras.
• Social: sociedad y entornos digitales. Estudia los fenómenos, procesos y efectos de la comunicación digital en sus múltiples dimensiones: social, política, económica y cultural.
• Económica: ética y liderazgo. Colaboración de las instituciones públicas y privadas para el bien social y el progreso, no solo económico sino humano y cultural.
- Texto:
- María Domínguez
- Fotografía:
- Manuel Castells
Este artículo ha sido publicado por la Clínica Universidad de Navarra en la revista Noticias.cun.