En los últimos años, la asistencia ginecológica y obstétrica ha apostado por un abordaje más natural, potenciando la lactancia materna, el fortalecimiento del suelo pélvico o evitando la excesiva medicalización, entre otras. Una línea enfocada también a la atención previa al embarazo con el Reconocimiento Natural de la Fertilidad (RNF). 

“El autoconocimiento de la ventana de fertilidad es una herramienta es una herramienta valiosísima para dos personas que se aman, ya que les facilita saber cuándo pueden buscar un embarazo o distanciarlo, y además les va a permitir ser un monitor de salud a la hora de evaluar cualquier patología”, señala el Dr. Luis Chiva, director del Departamento de Ginecología de la Clínica Universidad de Navarra. 

La cifra

67

países han estado representados entre los más de 3.000 inscritos.

“El RNF es un modo de entender cómo se desarrolla la sexualidad en el ámbito de la pareja siendo respetuosos con la ecología, con el ciclo menstrual y mostrando toda la capacidad de donación, de perpetuación del amor”.

Para ello, la pareja aprende a identificar los signos para conocer cuándo la mujer, durante su periodo fértil, puede quedarse embarazada. Unos conocimientos que se han compartido durante el Simposio Internacional de Reconocimiento Natural de la Fertilidad celebrado en el mes de septiembre en la Universidad de Navarra. Unas jornadas, organizadas en colaboración con la Universidad de los Andes y el proyecto Veritas Amoris, que ha contado con más de 3.100 inscritos. 

De izq. a dcha.: José Granados, del proyecto Veritas Amoris, el Dr. Luis Chiva, director de Ginecología de la Clínica, y el Dr. José Antonio Arraztoa, de la Universidad de los Andes.

“Además de profundizar en aspectos relacionados con la asistencia e investigación del reconocimiento natural de la flexibilidad y facilitar el aprendizaje de esta herramienta, deseamos generar una red de interés, de profesionales que sean capaces de divulgar esta perspectiva tan interesante”, apunta el Dr. Chiva, organizador del Simposio.

Beneficios en doble vertiente

Conocer estas técnicas como pareja permite no solo vivir la paternidad de forma responsable sino detectar problemas de salud. “Estas técnicas diagnósticas nos ayudan también a los ginecólogos a reconocer patologías que estén implicadas en problemas de infertilidad”, reconoce el Dr. José Antonio Arraztoa, especialista en Ginecología de la Universidad de los Andes.

“El autoconocimiento de la ventana de fertilidad es una herramienta valiosísima para dos personas que se aman, ya que les facilita saber cuándo pueden buscar un embarazo o distanciarlo, y además les va a permitir ser un monitor de salud a la hora de evaluar cualquier patología”.
DR. LUIS CHIVA

Director del Departamento de Ginecología de la Clínica

“Además, tiene un impacto muy notable en la vida afectiva de la pareja porque integra la afectividad con la sexualidad. La ventaja de estos métodos es que la pareja conoce el estado de salud y ahorra en métodos anticonceptivos artificiales que interfieren en su fisiología para su reconocimiento o para distanciar la familia”, añade.

Estos beneficios han llevado a la Universidad a desarrollar un proyecto más amplio con el fin de potenciar la investigación sobre el Reconocimiento Natural de la Fertilidad (RNF) y sus aplicaciones prácticas en la búsqueda del embarazo, facilitar el aprendizaje de los métodos naturales de RNF, impulsar la formación de los profesionales en esta área y generar una red de personas interesadas en el estudio y desarrollo de la investigación en este campo.

La Unidad de Reconocimiento Natural de la Fertilidad de la Clínica  

La Clínica cuenta con una Unidad que ayuda a las mujeres a conocer su ventana de fertilidad dentro del ciclo menstrual normal e incluso en situaciones más complejas como la lactancia, la perimenopausia, o la presencia de ciclos irregulares. Todo ello gracias a disponer de un equipo multidisciplinar de especialistas compuesto por profesionales de los Departamentos de Ginecología y Obstetricia, y Medicina Preventiva.

Texto:
María Domínguez
Fotografía:
Manuel Castells

Este artículo ha sido publicado por la Clínica Universidad de Navarra en la revista Noticias.cun.